Powered By Blogger

viernes, 22 de julio de 2011

Consumo, luego soy

¿Cómo te definirías? ¿Hombre? ¿Mujer? ¿Español? ¿De izquierdas? ¿Católico? Si te paras a pensar no es tan fácil expresar con tres o cuatro conceptos como somos y que rasgos nos dan la impronta personal. Las ideologías andan bastante descafeinadas como vemos a diario con el comportamiento de nuestra casta política, la religión cada vez tiene un peso menor y la cultura de masas nos ha dejado un panorama de dispersión cultural y de falta de referentes, si es que alguna vez este país los tuvo.
Por contraste, el consumo se ha hecho fuerte, impregnándolo todo, y guiándonos con sus golosinas por senderos que transitamos con alegría cuales Hansel y Gretel modernos. Todos, en mayor o menor medida, hemos caído en las trampas del marketing dando con nuestros huesos en la casa de la bruja del consumo sin aparente escapatoria.
¿Por qué nos lanzamos todos los que pudimos a comprar piso en la era del boom inmobiliario? ¿Por qué los españoles somos de los europeos que en mayor porcentaje poseen de la vivienda en que viven? Es una tradición que viene de hace décadas, reforzada con el latiguillo de que alquilar es tirar el dinero, y que pocos se atreven todavía a desafiar. Ahora con la crisis, las hipotecas basura, y la falta de liquidez para pagar pisos sobrevalorados vemos como a diario muchos acaban siendo desahuciados de ese espejismo en el que andamos sumergidos.
No solo con la vivienda, sino con otros muchos bienes de consumo hemos perdido el norte y tratamos de satisfacer nuestras ansiedades con productos superfluos o excesivos. El coche es el gran sello por antonomasia que define al moderno "homus consumericus"; España está plagada de cochazos pagados a plazos, es muy habitual el dedicar el primer sueldo a pagar la primera letra del vehículo. ¿Es esto razonable? Lo asumimos socialmente como normal pero creo que debería como mínimo despertar algún tipo de reflexión.
Tras el coche, está la ropa, los viajes compulsivos, la tecnología,etc... El móvil es otro de los referentes que parecen ayudar a definir la personalidad del portador. Yo tengo un iphone, y, francamente, siendo un gran teléfono, es imposible no pensar, ¿para qué narices necesito un aparato con tanta aplicación? Apple ha sido sin duda una empresa puntera en lograr la ansiada identificación del usuario consumidor con la marca; sí Apple fuese una religión llenaría muchos más templos que religiones consolidadas históricamente.
En estos momentos de fuerte marejada social y económica es cuando más voces pueden hacerse oír para intentar analizar este camino de consumo desbocado. Sé que todos, o casi todos, pensamos que si precisamente consumiendo es como se reactivará la economía,fundamental para ello el tener un trabajo y así, gracias a los ingresos, poder comprar cosas y de este modo relanzar el ciclo productivo y las contrataciones,etc.... Tiene una lógica plausible y nadie va a hacerse anacoreta a estas alturas del vodevil del consumo de masas, pero si que podríamos consumir de otra manera.
Vista la arrogante actitud de muchos políticos, los cuales solo parecen acordarse de los votantes en campaña electoral, y escuchando a los gerifaltes de la UE no hablar más que de números, rescates y topes de déficit, queda claro que nos valoran sobre todo como consumidores no como ciudadanos o como personas.
Para cambiar un sistema tienes que analizarlo, ver sus debilidades y atacar sus puntos flacos. Paradójicamente, esa debilidad, nuestra dependencia del consumo desmedido, es también nuestra fortaleza. Ya que no parecen tener muy en cuenta nuestros votos ni nuestras voces, por más que nos indignemos, tal vez haya que demostrar la fuerza mediante el poder de los euros.
Si surgiera una asociación de consumidores fuerte, con un discurso claro y razonable que lograra presionar a las empresas y a los gobiernos, los ciudadanos dispondríamos de una forma alternativa para hacer presión frente a tanto disparate y a tanto abuso.
En los últimos meses corre por la redes sociales el mensaje de "No les votes" referido a los partidos políticos que no combaten de manera tajante la corrupción en sus filas, tal vez deberíamos lanzar ahora otro tipo "No les compres".
Como los clásicos nunca mueren, aunque pocos los lean, no olvidemos a Quevedo y su "Poderoso caballero es don dinero"

7 comentarios:

  1. Mi contestación en mi blog, porque me he puesto a contestarte la primera pregunta...y me ha salido un post para mi propio Blog :p.
    La entrada es: Soy Persona.

    ResponderEliminar
  2. Excelente, César. Cada vez más contenta de seguirte en Tweeter y en tu blog porque escribes de primera. Felicitaciones por dedicarle tiempo a esto y hacerlo tan bien.

    ResponderEliminar
  3. Como siempre, acertadísimo tu criterio. Deberíamos optar por el consumo razonable, pero entramos al trapo de todo lo que nos venden. Yo aluciné cuando conocí esa estrategia que llaman 'obsolescencia programada'. Lo que sale a la venta está muy por detrás de lo que ya se está cocinando, de manera que lo comprado queda antiguo en seguida y 'necesitaremos' lo nuevo. Todo está estudiado. Como siempre, nos manipulan, y nos dejamos querer, claro. Enhorabuena, César.

    ResponderEliminar
  4. Cuando tienes razón, hay que dártela.

    Echa un vistazo a este artículo:

    http://www.mimesacojea.com/2011/07/necesita.html

    Viene a decir lo mismo.

    Qué bonito leerte en Blogguer.

    Buenas madrugás.

    ResponderEliminar
  5. César , eres muy atractivo ya de serie y eso es un punto , pero si lo que quieres es escribir cosas guays deberías hacer como la princesa Yasmine y escapar de palacio de vez en cuando; hace unos cuantos meses por aquí abajo , en los zocos y barriadas,ya no se consume ; te lo juro.
    Ahora el relato social de lo que está pasando está muy de moda.
    Andamos contando monedillas cual menesterosos y esperando a los días 10 como agua de mayo , que es cuando se cobra el paro.
    El consumo se ha detenido cual corazón aviagrado .
    No caben reflexiones , nos estamos convirtiendo en supervivientes .
    Lamento ser anónima pero Blogger para variar no me deja meter mi perfil , soy Reyes la del blog Tiempo sin verte .Un saludo y ánimo con el blog.

    ResponderEliminar
  6. Realmente tienes toda la razón del mundo, pero hay algo que nadie se atreve a decir, somos, cuando menos unos cínicos. Reconocemos lo que consumimos, que es una barbaridad, lo que gastamos, pero ¿quién es capaz de parar este su propio gasto/consumo? Cesar nos hemos acostumbrado muy, pero que muy mal, ahora no hay nadie que pare este desastre. También entiendo a Reyes, sólo lo puede parar el desempleo, pero aun así, insistimos en seguir consumiendo (lo digo por propia experiencia) En cuanto a los valores, las ideologias, los pensamientos...mejor ni hablamos, "pasotismo", Cesar, auténtico "pasotismo" pero "da igual..." manida y estúpida frase. En la vida hay que ir con la cabeza bien alta, y marcando tu espacio, sin ofender y sin entrar en el espacio vital de nadie pero defendiendo lo que eres y como eres.
    Gracias por atender mi "disertación", me he quedado sola o se han dormido????, ja,ja,ja. Un saludo. Mecedes de Cecilia

    ResponderEliminar
  7. Madre mia Cesar, Reyes te lo ha dicho suave, te ha faltado decir "...osea, tengo un Iphone..."

    Estar y/o consumir a la última es un lujo de aquellos que os lo podeis permitir. Y la razón por la que lo haceis es para diferenciaros de la clase media.

    Quieres saber como debes definirte?
    Lo primero debes buscar tu identidad como ser humano. Lo que te define no son las cosas que tienes si no tus actos. Y por lo que veo este blog que define a la altura de tu Iphone. Muy bonito pero inutil.

    De verdad que no voy a seguir leyendo porque me pongo de muy mala ostia.

    Y lo peor es que tienes una recua de seguidores que te doran la píldora.

    Lamentable

    ResponderEliminar