Powered By Blogger

martes, 19 de julio de 2011

Vampiros enredados

Siempre han existido diversas maneras de descargar las iras de las masas, hace siglos loa Autos de Fe públicos servían de desahogo de rabias incontenibles tanto para plebeyos como para nobles. Francia, inventiva siempre, instauró el tricoteo durante las guillotinas, una sabia manera de hacer dos funciones al mismo tiempo, algo parecido al ver la tele y pelar judías verdes de hoy en día.
La justicia con sus más y con sus menos, da respuesta a los abusos y quebrantamientos de las leyes y costumbres del lugar. Otra cosa muy diferente son los juicios populares, la ira de la opinión pública descargada cual rayo fulminante sobre los díscolos o transgresores.
Letras escarlatas, rapados de cabelleras a colaboracionistas o el simple cotilleo vecinal son buenas muestras de dicho látigo. Las grandes ciudades lograron, gracias a la protección que brinda el anonimato, aliviar en parte la presión sobre los individuos de la crítica dentro su comunidad.
Eramos anónimos y vivíamos semidespreocupados en nuestras respectivas burbujas y apareció internet para aproximarnos a todos, doctores en Alaska, gauchos argentinos o aldeanos moldavos.
Una consecuencia de dicho acercamiento, aprovechada por los siempre presentes y latentes vampiros, ha sido utilizar las redes sociales como nuevo método versión siglo XXI para aplicar sus colmillos sea en busca de revancha, descarga de mala leche o notoriedad polemista.
Twitter es el mejor ejemplo del acoso virtual contra famosos y no tan famosos por parte de personas que faltas de un espíritu constructivo deciden descargar sus insatisfacciones mediante mensajes agresivos de alto contenido tóxico.
¿Qué lleva a tantos usuarios de las redes a rezumar tanta mala baba y negatividad? Cuesta realmente trabajo entender que en 2011, tras años de acceso universal a la educación y multiplicidad de la oferta de ocio, tantos, dediquen tantas horas a tarea tan poco reconfortante y que tan poco rédito puede dar. Pocos acostumbrados como estamos los españoles a discutir y debatir de forma argumentada, sin visceralidad ni alevosía, tal vez sea la canalización de una retórica atrofiada. No sería mala idea que los colegios y los planes educativos, encontrasen un hueco entre las ciudadanías para enseñar a los jóvenes a analizar los temas y a construir un discurso que puedan exponer con solidez.
¿Están locos esos lectores de la prensa digital que se dedican a machacarse e insultarse en los comentarios de las noticias? Comentario número 17 destrozando a comentario número 9 sin mencionar nada relacionado con la noticia, ni nada por asomo constructivo. Locos no sé, desubicados sin duda.
Más preocupante me parece todavía la actitud de algunas figuras públicas, con miles de seguidores en internet, cuyas diatribas llegan a muchísima gente y alcanzan cierta repercusión,y que se permiten difamar o generar polémicas estériles por puro afán de notoriedad o mero ego disparatado. No es de recibo que muchos periodistas creen y fomenten este juego de pelota virtual, donde la pelota no es de goma y los golpes en la pared dejan marca. Por suerte, las redes son bastante nuevas y aunque los medios tradicionales se nutren de ellas para rellenar y generar contenidos, su impacto se acaba diluyendo devorado por la actualidad y la nueva polémica de turno.
No minimizo no obstante el potencial para la de destrucción o construcción de la reputación online que Twitter y otros medios digitales atesoran.
Puede que estos vampiros de la redes necesiten también un curso de reciclado sobre buenos usos y costumbres del tecleo, no sé si Ussía andará interesado en estos menesteres pero debería planteárselo.
Estemos atentos y no olvidemos colocarnos una ristra de ajos ante nuestro ordenador, los vampiros acechan.

6 comentarios:

  1. Vaya relexión, se te ve un hombre muy culto. Así da gusto, la verdad.

    ResponderEliminar
  2. Sin duda parte de la grandeza de Twitter radica en la visceralidad, en como transmitir una idea/sentimiento en 140 caracteres; no hay nada en Twitter que no exista fuera de él, gente cabreada quejandose en estos tiempos de crisis , famosos buscando bombo, gratuita publicidad, y algún loco que busca transmitir una idea, orando en el desierto, o no....

    ResponderEliminar
  3. Por suerte o por desgracia, en internet sólo hay un reflejo de lo que hay en la calle, pero plasmado el caracteres, con o sin faltas de ortografía. Con lo cual, la percepción también se ve sometida a ese corte ASCII y no todo es tan blanco y en botella como parece a simple golpe de scroll.

    En cualquier caso: desde el momento que se pierde la educación, no merece la pena seguir leyendo. Y en la vida real: tampoco, ¿no? Pues ya está. No te pongas ajos porque todos somos algo chupópteros, unos con educación y otros sin ella. Sólo practica la indiferencia, porque el que uno despierte sensaciones, sean del tipo que sean, siempre es un halago. Y el que es hombre gris por el mundo sólo es sombra de lo que nunca ha sido: pobres de ellos.

    Saludos!

    ResponderEliminar
  4. Estimado César:

    Mientras queden sobre la faz de la Tierra humanos híper susceptibles, henchidos en ganas de escandalizarse, mientras esos vivan, existirán los trolls.

    El día que me sorprenda exclamando algo así como "oh, no, he sido insultada por un desconocido en Internet, llamen a mi terapeuta", ese día... llamen a mi terapeuta.

    Las formas están sobrevaloradas.

    Y, como todos sabemos, el respeto no se impone: se inspira.

    Si tienes el suficiente valor, puedes sobrevivir sin reputación. Como dice la película.

    Al final, todo es más fácil y más bonito si no nos lo tomamos demasiado en serio.

    Bienvenido a Blogger.

    Un abrazo. Con cariño, de madrugada y sin faltar.

    ResponderEliminar
  5. Lo importante no es lo que nos ataque desde fuera, sino conocer y saber manejar el arma para defendernos de ello, que no nos afecte, y sin perder un ápice de corrección y compostura. Eres maestro en eso. Siempre me ha causado admiración esa entereza que yo jamás podría tener, y quisiera. Trato de aprender de tu buena escuela. Gracias por esas lecciones!

    ResponderEliminar
  6. El "discutir" de esa manera es parte de la idiosincracia española...... lamentablemente

    ResponderEliminar