En 1953 se estrenó Bienvenido Mr.Marshall, película de referencia del cine español, que no sólo aguanta el paso de los años sino que crece con estos. Es archiconocida la historia, un pueblo que espera cual maná la llegada de los americanos con la esperanza de que inviertan unos dólares que les saquen de la pobretería de la postguerra franquista. El tren pasa de largo y el final agridulce de la oportunidad perdida lo impregna todo.
Esa era la España previa al desarrollismo de los 60, al boom del turismo, a la democracia, al "milagro económico español" y a los JJOO de 1992. ¿Y la de hoy en día?
En las películas estadounidenses de ciencia ficción siempre que ocurre un fenómeno de invasión de la tierra el bicho visitante acaba en cuestión, casualidades de la vida, en yanquilandia. Son un poco etnocéntricos, no se lo vamos a criticar, ya que aquí también tenemos lo nuestro aunque en versión más regional y pueblerina. Sean marcianos, lagartos, aliens o meteoritos, casi todos se dan un garbeo por la Gran Manzana.
¿Qué pasaría si recabaran en la España de 2011?
Pues se encontrarían un país bastante curioso, batiburrillo de divertidos y no tan divertidos contrasentidos.
Un país donde los políticos se enrocan en sus puestos y no se van ni con agua caliente ni con K7.
Un país donde millonarios banqueros, artistas, deportistas, políticos, etc.. evaden sus impuestos en mayor o menor medida y siguen siendo aplaudidos, votados o lo que corresponda por las masas.
Un país donde supuestos tolerantes no respetan que otros opinen distinto que ellos descalificando como marca de la casa, y donde supuestos buenos cristianos acuden a misa semanalmente y luego no dan un duro en el cestillo pero sí ponen lista de regalos de primera comunión en El Corte Inglés para sus hijos.
Un país donde "estrellas" de la televisión plagian libros y en vez de sufrir merma en popularidad o prestigio ven reforzada su carrera profesional.
Un país donde el idioma común de todos se ve restringido en algunas partes por criterios políticos manidos de manera torticera.
Un país donde el jefe del Estado no está sometido al imperio de la ley en aras de una tradición, la monarquía, bastante peculiar y "antigua".
Un país que presume de las mejores infraestructuras de transportes de Europa y parte del extranjero pero luego bate records de ciudadanos ociosos, aeropuertos fantasma y urbanismo demencial.
Un país donde algunos tratan mejor a terroristas asesinos que las víctimas de los mismos.
Un país que antes se manifiesta por que su equipo de fútbol baje de categoría que por que haya cortes de agua durante los meses de verano.
Un país donde es posible ser presidente del gobierno sin tener ni cualificaciones académicas ni profesionales pero en donde con dos master, tres idiomas y MBA quizá te cojan de becario por 500 euros.
Un país donde la dieta mediterránea es idiosincrásica pero que bate records europeos de obesidad infantil.
Un país que lidera las estadísticas mundiales de consumo de drogas cuando parece no consumir más que cañas y tapas.
Un país con una de las tasas de natalidad más bajas del mundo y con la mayor cantidad de adopciones internacionales per cápita.
Un país donde nadie ve la telebasura pero luego esta lidera las audiencias semana tras semana.
En fin, un país de chirigotas, carnavales, petardos y petardeo que dejaría bastante perplejo a nuestro remoto visitante. Hay dos opciones, o este se queda para escribir una tesis o una novela sobre "ese extraño país llamado España" ganando su equivalente galáctico al Nobel o al Pulitzer, o bien da media vuelta sobre sus pies, sean dos o tres, levantado el campamento y a volar.
¿Qué comité de bienvenida le prepararía la España actual? ¿Algo de esta guisa?
Así dan ganas de irse con el bicho en busca de nuevos horizontes, ¿verdad?