Dicha frase substituyendo el artista por el periodista bien sirve para poner de manifiesto la aparente vocación necesaria para el desempeño de ambas, así como también dejar intuir las posibles reticencias del entorno por dicha preferencia.
¿Se ha convertido el periodismo en una profesión mal vista a ojos de los padres o de la sociedad?
En el momento actual de crisis de confianza en las instituciones, el ciudadano tiende a reaccionar de dos maneras complementarias y contradictorias; por un lado, ávido de información se lanza a leer la descripción que los medios hacen de la realidad, por otro, saturado y angustiado por lo que percibe, se centra en su día a día más cotidiano y menos incomprensible.
Hace poco me decía una conocida periodista que la carrera de Periodismo es la más inútil de cuantas existen, lugar común de muchos compañeros de profesión, yo discrepo de semejante aseveración.
Hay mucho que criticar en los planes de estudios universitarios en España, por ejemplo, en Periodismo de la UCM clama al cielo que no haya asignaturas de enseñanza de lengua extranjera en este 2012 irremediablemente global. No obstante, la universidad, la carrera de periodismo, dota al alumno de una estructura mental, de una visión, superficial, pero visión al fin y al cabo, de lo que la profesión representa, aportando herramientas que ayudan a empezar a volar libres y a trompicones, la mejor manera de aprender: prueba-error.
El periodismo es imprescindible en esta coyuntura de cambio de modelo al que nos enfrentamos, es a la vez partícipe y artífice del mismo, en una peligrosa doble función que provoca turbulencias que constatamos a diario. El debate sobre el lugar de la prensa, sus ramificaciones con el poder, su crisis de audiencias, de contenidos, en un río que no cesa y que no debe dejar de fluir.
Está en manos de los periodistas, a través del teclado y mediante su voz, el lograr un periodismo digno y conseguir que la sociedad comprenda cuanto necesita de dicho periodismo. Toda vocación es más fuerte que los obstáculos que en su camino.
Yo estudié Periodismo sin gran convicción, acabé la carrera en 4 años en vez de 5 acelerando el proceso para zanjar una situación de incertidumbre y de cierta insatisfacción. Nunca pensé que tendría que ejercer de periodista, ni poner en práctica lo poco que pensaba haber aprendido en aquella fortaleza de hormigón que es la Facultad de Ciencias de la Información de Madrid.
Pero la vida, en sus meandros y en sus vericuetos, me lanzó a los rápidos de los medios de comunicación una primavera de 2010 y entonces, 16 años después de haber abandonado aquellas aulas, pude comprender que las cosas tienen un sentido que a veces se nos escapa y que todo lo aprendido, por nimio que parezca, viene a nuestro rescate cuando uno más lo necesita.
Es irónico que haya que alejarse tanto, en el tiempo y en la distancia de la trayectoria personal, para poder entender que nuestras decisiones siempre encierran una base de lógica vital, pudiendo así decir, con décadas de retraso aquello de "Mamá, quiero ser periodista"
Hace décadas de la frase (creo que es de un libro de los 70) "no le digas a mi madre que soy periodista, que ella cree que toco el piano en un burdel".
ResponderEliminarTuve el inmenso placer de saludar a Leopoldo Abadía en una de sus charlas y cuando me preguntó a qué me dedicaba le dije: "no le diga a mi madre que trabajo en banca, que ella cree que soy pianista en un burdel". A día de hoy pocos trabajos están peor vistos que el de bancario y, claro: el de controlador aéreo...Yo estoy en el primer grupo. Saludos.
Mamá, yo quiero ser profesora. Quiero ser profesora de una enseñanza de calidad en la que inculquemos a los pequeños y adolescentes una ética y moral admirables. Deseo que la enseñanza saque todo el potencial que lleva el ser humano desde la tierna infancia y no dejemos que todo ese talento se eche a perder por normas reguladoras de políticos ajenos a la materia y que deciden sobrecargar las aulas y tomar otra serie de medidas para "ahorrarse" dinero y personal docente (entre otras medidas) ya que nuestros políticos no quieren bajarse sus sueldos. El otro día me enteré lo que gana un alcalde de un municipio sin complementos...
ResponderEliminarSé que tratas el tema de periodiosmo pero también estás tratando el tema de los planes de estudio universitarios y me da pánico la descordinación entre el mundo académico y mundo laboral.
Mucha gente sale del aula universitaria ilusionado para después...tropezarte y verte inmerso en el patio de Monipodio. Y ahora difícilmente van a poder salir del aula universitaria con esta subida de tasas que da vergüenza.
Quiero pensar que las cosas van a cambiar. Es difícil mantenerse optimista en las circunstancias que ahora vivimos. En fin...
Felicidades por la entrada.
Patricia,Tenerife.
Perdona, César, ¿qué fue de tu compañera la dicharachera, es cierto que está internada en un psiquiátrico?
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