Hace unas semanas, a raíz del revuelo causado por uno de mis tuits, escribí un artículo explicando una anécdota en el Centro de Control de Madrid donde tres aviones habían preguntado por un objeto no identificado en sus pantallas radar.
Nunca sabremos lo que fue aquello, hipótesis hay muchas y la imaginación es libre y creativa; sin embargo, provocó que se despertase mi curiosidad por averiguar si casos parecidos abundaban o no. La respuesta es claramente afirmativa, hay bastantes ejemplos de situaciones difíciles de explicar racionalmente.
Tras el runrún inicial en Twitter, llegaron dos peticiones de entrevistas en la radio y cientos de comentarios en el blog desde diferentes países. Aparentemente, y para mi total sorpresa, se había abierto una especie de caja de Pandora relativa a los Ovnis.
Nunca imaginé que hubiera tantas personas atraídas por este tema, el cual parecía haber perdido fuelle tras estar muy de moda en los años 70.
Mi labor de investigación entre mis compañeros me sorprendió bastante, yo no he tenido ninguna experiencia de avistamientos y no es algo de lo que se hable en el trabajo. Debí de preguntar a unas 30 personas logrando recabar más de una decena de historias muy peculiares.
Entre todas destacaría las siguientes:
Sevilla 1981: Un avión de nacionalidad británica se comunica con la controladora de servicio, muy asustado le dice que una luz le persigue constantemente. No había constancia de ningún otro tráfico en la zona.
Las Palmas 1983: El controlador observa en su radar un objeto que precede a un avión comercial. Pregunta al piloto si ve algo y este responde negativamente. Durante toda la aproximación al Aeropuerto de Las Palmas el objeto no identificado escolta cinco millas por delante al avión civil, llegando a la altura de la antena de radar se esfuma la señal radar. Sobre la vertical de la antena del radar hay una zona ciega donde no rebota la señal y, por lo tanto, no se puede ver en la pantalla si hay o no objeto alguno.
Barcelona principios años 80: Tres aviones comerciales notifican en un corto espacio de tiempo y en diferentes áreas un avistamiento. Uno de ellos, un puente aéreo de una compañía española, ve unas luces que se le cruzan en su camino; otro camino de Palma notifica luces de colores que le siguen en su ruta, y un tercero, británico, observa en la distancia una extraña luz en el aire.
La controladora que vivió la experiencia me contó que no hizo mucho caso al primero que notificó algo raro pero que con los otros dos casos, tan inmediatos, se percató de que algo extraño volaba por el cielo aquella noche.
Canarias 1995: Un DC8 cargo, de Las Palmas a Madrid, notifica unas luces que le siguen en su ruta. El controlador, como suele ser lo más habitual, no ve nada en su pantalla radar. Las luces van por delante del avión, cruzando su trayectoria de izquierda a derecha constantemente. El piloto aguanta estoicamente el avistamiento hasta que poco antes de abandonar el espacio aéreo de Canarias este se esfuma.
Palma de Mallorca 1996/97: Primera hora de la tarde, día claro. Varios vuelos reportan a Control Palma que ven una especie de esfera plateada posada sobre la isla. Fue avistada desde diferentes rutas de llegada a la isla.
Años 90:
Pamplona, un tráfico militar en sobrevuelo observa una esfera de luz posada en el horizonte, de repente, esta se mueve de este a oeste a una velocidad de más de 5000 kilómetros por hora y se queda fija de nuevo. Dicha luz desafía las leyes de la física en cuanto a velocidad y balística.
Madrid. Un avión militar de regreso a la base aérea de Torrejón quiere descender para su aproximación y solicita información sobre las luces de un avión que ve reflejadas en su cabina, inmediatamente por debajo de su nivel de vuelo. Control aéreo le informa de que el único tráfico que le afecta lo tiene por debajo pero a 15000 pies, unos 5km. El piloto, experimentado en muchas maniobras militares, se niega a bajar alegando que las luces están justo debajo y no desciende hasta que por la radio el avión que vuela en su ruta a nivel inferior le confirma que mantiene una altitud de 15000 pies menos.
Toledo. Un avión británico que vuela de Canarias al Reino Unido llama a Control para relatar espantado que hay una luz cegadora que le impide ver. La luz invade por completo la cabina de los pilotos y tarda unos segundos en desaparecer. Otros aviones sobrevolando la zona notificaron haber visto también una luz peculiar.
Ibiza. Cierre del aeropuerto. Todos los trabajadores se han marchado ya y sólo queda la controladora de servicio a punto de cerrar la torre de control. De repente, nota una extraña sombra que se posa sobre el fanal de la torre oscureciendo más aún la noche. Con temor, se asoma tímidamente por la ventana y ve como la sombra desaparece como un rayo y la noche recupera su luz habitual.
Imagino que hay cientos de historias más por descubrir, tanto del lado control como del de los pilotos, comerciales y militares, y que tan sólo hace falta molestarse en preguntar y escuchar a la gente contar sus experiencias.
Me ha sorprendido en mis pesquisas con mis compañeros, la naturalidad con la que todos comentaban sus anécdotas, sin entrar en valoraciones de que podría ser lo que los pilotos o ellos mismos habían visto. En Control Aéreo no tenemos un protocolo que nos obligue a anotar este tipo de situaciones, quedan absorbidas en el anecdotario del día a día, comentado con los compañeros de trabajo y almacenado en la memoria poco tiempo después.
Está claro que sobre el cielo aéreo español, el que más conozco debido a mi trabajo, pasan más cosas de las que trascienden, fenómenos difíciles de explicar a nuestras mentes "supuestamente" racionales.
No por ello hay que caer en alarmismos, podemos seguir volando tranquilos. El sistema de control aéreo español está en manos de 2000 profesionales que, a pesar de los pesares, seguimos dando servicio con profesionalidad a millones de pasajeros al año. Los OVNIS tal vez no, pero ustedes sí que están siempre bajo nuestro control.